Capítulo 6.

Una secta.

Sabes cuando entras, pero no cuando sales.

-Papá ¿Cuánto cuesta una moto?

-Depende de cuál quieras.

-No sé, he estado viendo fotos y creo que una cuarenta y nueve no estaría mal. ¿qué te parece?

-Cariño, la verdad es que no es mala idea. Pero...quieres empezar a trabajar, te quieres comprar una moto, quieres hacer un viaje a parís. ¿Ha pasado algo?

-Verás, -dije mientras íbamos de camino a su trabajo - quiero trabajar para tener dinero para salir con mis colegas, una moto porque casi todos ellos tiene una e ir a parís porque allí está David y aunque es verdad que tan solo hace dos días se fue lo echo muchísimo de menos.

-¿Colegas? ¿Y ese vocabulario?

-Bueno... los chavales con los que me junto habla así, son latinos.

-¿todos tienen moto?

-Sí, menos Dulce y yo.

-¿Sois las únicas chicas del grupo?

-Así es, el jefe por así decirlo, del grupo es su hermano.

-¿Cuándo empezaste a juntarte con ellos?

-Hace unos días, conocí a Dulce en el parque, tiene una melena pelirroja que llama muchísimo la atención y viste súper atrevida.

-¿Más que tú? -preguntó mi padre, pareció que le fuera a dar un patatús.

-¡Sí!-dije con una amplia sonrisa.

-¿Y hay algún chico qué te guste?

-En especial no, pero hay uno al que le doy mucha caña.

Fui los oídos de mi padre y sus manos, anotando todo lo que sus socios comentaban y hacían.

- Nary, -oí que dijo mi padre -toma.-dijo tendiéndome un café.

-Gracias papá -dije mientras me perdía en los pasillos de la empresa. Me adentré en el baño y tiré el café por el lavabo. “primera prueba superada”. Salí del servicio haciendo cómo que bebía el café y lo tiré cuando me cercioré de que los socios de mi padre me habían visto bebiéndome el café.

       Unas horas después.

         Me solté el pelo y meneé la cabeza para que mis rizos se hicieran y acoplaran, guiñé el ojo al hijo de un socio de mi padre y pasé de largo.

En efecto... estaba cambiando... pero el por qué no lo sabía ni yo. ¿Sería por lo de mis padres? ¿O por el hecho de que todo en lo que creía se estaba volviendo mentira?

-Papá -dije.

-Dime cariño.

-He quedado con unos amigos ¿me puedo ir ya?

-Claro. Ten -me tendió las llaves del coche.

-No tengo car...-él me cortó, él sabía que no tenía carnet.

-Tengo amigos en la policía, y sabes conducir, no hay problema -cogí las llaves y me monté en el audi descapotable de mi padre.